Dientes apiñados, ¿cómo corregirlos?
Los dientes apiñados aparecen cuando no hay suficiente espacio en la boca para que éstos crezcan rectos. Como resultado, las personas con esta forma de maloclusión (desalineación) los tienen torcidos y se superponen entre sí.
El hacinamiento puede ser leve, moderado o severo, según el tamaño de la mandíbula del paciente y la cantidad de piezas dentales que tenga.
El leve, por ejemplo, se produce cuando un diente anterior de la mandíbula superior o inferior está ligeramente girado. El apiñamiento moderado ocurre cuando dos o tres dientes anteriores se superponen en la mandíbula superior o inferior. Mientras que se trata de un apiñamiento severo cuando la mayoría de los dientes anteriores en la mandíbula superior o inferior se superponen.
Causas de los dientes apiñados
La causa de esta deformación puede deberse a varios factores. Si los dientes son más grandes que la mandíbula suele ser cuestión de genética, y si éstos no encajan correctamente tienden a superponerse o torcerse.
Algunas personas nacen con una mandíbula más pequeña, lo que puede provocar un apiñamiento dental a medida que crecen los dientes permanentes. Por otro lado, si pierde uno de leche demasiado pronto, otros pueden moverse hacia el espacio vacío.
También puede darse el caso de que los dientes permanentes no salgan correctamente debido a la retención excesiva de los temporales.
Cómo corregirlos
El tipo de tratamiento depende de la edad del paciente y de si el apiñamiento dental es leve, moderado o severo.
Una de las opciones más frecuentes para corregir este problema es la ortodoncia. Los aparatos dentales son la opción de tratamiento más común para el hacinamiento, especialmente en los niños. Este método ayuda a mejorar la sonrisa y a alinear la mandíbula, entre otras cosas.
No obstante, es preciso visitar al dentista y ponerse en manos del especialista adecuado para darle solución y conseguir a su vez una sonrisa más bonita.
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