¿Cómo es el proceso de una endodoncia?
El paso del tiempo es implacable, y en especial cuando hablamos de nuestros dientes. Sumado a malas conductas, pueden aparecer enfermedades como la caries, causando muchas molestias. Dolor al masticar, sensibilidad al frío o al calor, enrojecimiento de las encías o un oscurecimiento del diente son algunas de las señales que nuestro cuerpo utiliza para avisarnos ante la necesidad de una visita a tu clínica dental.
Cuando una caries es tan profunda que presenta focos de infección en la raíz, el tratamiento más recomendable si se quiere salvar el diente es una endodoncia.
Dependiendo de su grado de infección, habrá que abordar el procedimiento de una manera u otra.
Normalmente se procede a matar el nervio eliminando todo el material infeccioso de la pulpa. Seguidamente se desinfectará la zona y se sellarán las raíces y el interior del diente.
En casos de mayor gravedad, se tallará el diente, que nos servirá como molde para la fabricación de una corona que aportará la sujeción necesaria a la pieza dental.
¿Endodoncia en los más pequeños?
La aparición de caries es la más común enfermedad dental entre los más pequeños de la casa, debido al abuso de alimentos y bebidas azucaradas y un cuidado inadecuado de sus dientes.
Todo este consumo excesivo de este tipo de alimentos y bebidas puede llegar a causar daños mayores en sus dientes de leche, planteando una importante pregunta en la mente de padres y madres: ¿conviene realizar una endodoncia en los dientes de leche a pesar de que se vayan a desprender de ellos en pocos años?
La respuesta de nuestros profesionales es clara. Aunque sean dientes de leche, es recomendable salvar el diente, ya que estos sirven de guía para los dientes definitivos y sin estas “indicaciones” estos últimos crecerían de forma torcida causando problemas de mordida.
Un alivio para tu boca y para tu bolsillo
Una endodoncia aporta numerosos beneficios a los pacientes que se sometan a ella. Tanto su salud bucodental como la estética de su boca se verán incrementadas ya que se evitará la extracción de la pieza dental. Podrás volver a disfrutar de una correcta sujeción y funcionalidad de tus dientes.
Pero a todas estas ventajas, se les ha de sumar el factor económico. La realización de este tipo de procedimientos, por lo general es menos costosa que una extracción o un implante dental.
Para prevenir enfermedades dentales que puedan ir a más, visitar al dentista frecuentemente es clave para que pueda establecer una detección temprana del problema. Esto permitirá que se pueda abordar antes de que suponga la pérdida de tu diente. Tu salud bucodental y tu economía te lo agradecerán.